El Redondo de Ternera

Me han dicho que mola mas el blog cuando en vez de enseñaros mis cosas de scrap os cuento mis batallitas, y aunque aún no he decidido si voy a dejarlo así o si combinaré ambas, hoy os traigo una mini historia de esas que os molan (al final me voy a creer eso de que soy graciosa y todo).

22 años (aprox, año arriba, año abajo, os hacéis una idea), universitaria, época de «voy a fusionar estilos porque soy muy moderna, mirad que fashion voy» (resultado, mezclas imposibles de estampados y colores).

Cena romántica con novio (ahora marido) en restaurante chuli, probablemente un aniversario, cumple o alguna fecha importante que nos hiciera ir a algo fuera del clásico McDonalds, VIPS, etc. y soltar la pasta (ya sabéis, ese tipo de cenas que lo que estás deseando es que se acaben para ir a casa a echar un pUNA PARTIDA A LA PLAY.)

Decido ponerme mona para él, saco mis mejores galas, mi mini vestido de chica yeyé blanco de flores rosas y rojas al mas puro estilo la-la-la (muy mini, recordad, hay que estar guapa para él), mis botas de zebra y mis medias de rejilla (lo sé, lo sé, ya os he avisado, fusión de estilos, mezclas imposibles…). Medias que llevo guardando para una ocasión especial meses, de esas de rejilla gorda, grande, de las que entran 4 dedos entre un agujero y otro..muy fashion todo.

Yo nerviosísima en casa, ¿le gustaré? ¿me dirá que estoy guapa? (esas tonterías que piensas con 22, con 28 vas en chandal y un moño despeinado a tomar una caña). Llaman al telefonillo, es él que viene a recogerme…me pongo un abrigo por la rodilla para no desvelar el secreto del mini vestido, bajo corriendo (quien dice corriendo dice en ascensor, mi madre vive en un 11, no hay que forzar) y me subo al coche, me siento estratégicamente donde el copiloto para que «casualmente» el abrigo se abra por un lado y desvele mis muslos imponentes con el mini vestido y mis medias de rejilla…me mira…y me dice… «amor, pareces un redondo de ternera».